Abril 2024

El lujo también se degusta: la moda conquista la gastronomía

Prada abre un café en Londres. Lacoste lanza un restaurante pop-up. La tendencia es clara: las casas de moda ahora también quieren alimentarnos.

Por: Jesús Alcalá

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Según un reportaje de Food & Wine, cada vez más marcas de lujo están invirtiendo en el universo gastronómico, abriendo espacios que fusionan su ADN estético con experiencias culinarias exclusivas. ¿La razón? En un mundo saturado de imágenes, conquistar a través del gusto, el olfato y la atmósfera se convierte en la nueva estrategia para construir lealtad.

Todos quieren entrar a la moda, y la moda quiere entrar en comida

Resulta curioso: mientras figuras del deporte, la música y el cine buscan su lugar en la industria fashion (de Rihanna con Fenty a Lewis Hamilton colaborando con Dior), las grandes casas de moda parecen tener otra ambición: conquistar el terreno de la hospitalidad.

La moda entiende que hoy no basta con vender productos: hay que crear universos donde el consumidor quiera habitar. Y la gastronomía —íntima, multisensorial, emocional— ofrece la plataforma perfecta para ello.

De acuerdo con Vogue Business, marcas como Louis Vuitton y Chanel han comenzado a invertir en chefs de renombre de la misma manera en que invierten en embajadores de moda. La elección de un chef no es casual: se convierte en el curador de una experiencia sensorial que traduce los valores de la marca en sabores, texturas y memorias imborrables.

En este nuevo escenario, el mantel largo reemplaza a la primera fila de un desfile, y la cocina de autor se vuelve la pasarela donde se desfila el nuevo lujo.

El futuro del branding de lujo se saborea

La moda ya no solo se viste ni se exhibe: se degusta, se huele, se siente. El lujo contemporáneo entiende que la emoción se cocina a fuego lento, y que las marcas que logren activar todos los sentidos serán las que verdaderamente conquisten el corazón —y la lealtad— de sus clientes.

En tiempos donde cada interacción cuenta, las cenas privadas, los restaurantes pop-up y los cafés diseñados por maisons prometen ser el nuevo escenario del storytelling más poderoso: aquel que se saborea y no se olvida.

¿El futuro del lujo? Sentarse en la mesa.

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